brevísima mirada

Dice Robert Graves que un poema perfecto es imposible; si llegase a escribirse, el mundo acabaría. A lo mejor, a partir de un manojo de poemas imperfectos nos atrevemos a recrear el mundo, otros mundos. Pero para crear, hace falta mirar distinto. Cuando la poesía llegó a mi vida, como el misterio que es, mi manera de mirar, tocar, saber y sentir el mundo cambió. No sé si para bien o para mal. Quizás, como parte de esa sentencia, en mi corazón ha quedado siempre grabada aquella frase de una película de Bertrand Bonello:

«Si no ardemos, cómo vamos a iluminar la noche».